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Prevenir la presencia de patógenos es primordial para poder asegurar la calidad y la seguridad de los alimentos. Es necesario saber que, en muchas ocasiones, el motivo principal de una infección alimentaria tiene que ver con una mala manipulación de los alimentos. Puede que no se laven los vegetales de forma adecuada o que la comida se haya elaborado sin higiene alguna en los utensilios de la cocina.
Las bacterias son los patógenos más conocidos en la contaminación alimentaria. Se conocen sus debilidades y sus fortalezas, además de saber cómo actúan y cómo se multiplican. Por eso, vamos a contaros a qué alimentos suelen afectar y cómo evitarlas.
1. Salmonella. Aparece en los huevos crudos y los derivados de este producto, como la mayonesa. También puede obtenerse a través de aves crudas.
2. E. Coli. Se da en carne poco cocinada, leche cruda, jugos sin pasteurizar y agua contaminada.
3. Listeria monocytogenes. Se encuentra en alimentos refrigerados, quesos blandos, productos en conserva y alimentos listos para consumir.
4. Campylobacter jejuni. Se transmite por la carne de pollo cruda, la leche sin pasteurizar o el pescado crudo.
5. Staphylococcus aureus. Esta bacteria está en productos lácteos y de pastelería, además del jamón cocido.
